Por Silvia del Carmen Martinez*
Cuando las condiciones resultaron finalmente propicias pudo concretarse el mayor logro en la lucha por el reconocimiento de los derechos de la mujer de todos los tiempos en nuestro país: la ley 26.485 de Protección integral destinada a prevenir, sancionar y erradicar todas las formas de violencia de género. La ley es mucho más que un instrumento de aplicación en defensa de estos derechos. Rompe con los estereotipos históricamente aceptados de una mujer que debía aceptar sumisamente un rol social, no solo limitado, sino muchas veces único. La ley realiza un quiebre con los patrones socio-económicos-culturales que le cabían al género femenino.
En este contexto se crea la Consavig como órgano rector para la elaboración de sanciones para todos los tipos y modalidades de violencia ejercidos contra la mujer. Un momento histórico fundamental que marca lo indiscutible de sus derechos.
Pero a la luz de la plena realidad que vivimos, presenciamos el accionar de sectores para los cuales estos derechos no son tan aceptables ni indiscutibles : grupos de poder que encierran la concepción del mundo y de la existencia, suplantando argumentaciones por creencias. Un pensamiento así amurallado, - tantas veces encubierto en el discurso del bien -, tenderá hacia la destrucción de todo aquello que no responda estrictamente a su concepción de verdad. Una verdad acabada , completa en si misma, que no requiere ningún cambio. Curso del pensar que exige lealtad en pensamiento, palabra y obra.
Yace ahí la fuerza de lo antidemocrático y discriminativo. Encuentra allí un nido la falta de reconocimiento a los derechos de la mujer.
Consavig es pensamiento abierto, dinámico, libertad de ideas, debate y escucha . Consavig es equidad y producción para la innegociable defensa de los derechos de todas y cada una de las mujeres.
*Medica Psiquiatra, Doctorada en Medicina. Lic. Psicologia. Consejo Federal CONSAVG.
Cuando las condiciones resultaron finalmente propicias pudo concretarse el mayor logro en la lucha por el reconocimiento de los derechos de la mujer de todos los tiempos en nuestro país: la ley 26.485 de Protección integral destinada a prevenir, sancionar y erradicar todas las formas de violencia de género. La ley es mucho más que un instrumento de aplicación en defensa de estos derechos. Rompe con los estereotipos históricamente aceptados de una mujer que debía aceptar sumisamente un rol social, no solo limitado, sino muchas veces único. La ley realiza un quiebre con los patrones socio-económicos-culturales que le cabían al género femenino.
En este contexto se crea la Consavig como órgano rector para la elaboración de sanciones para todos los tipos y modalidades de violencia ejercidos contra la mujer. Un momento histórico fundamental que marca lo indiscutible de sus derechos.
Pero a la luz de la plena realidad que vivimos, presenciamos el accionar de sectores para los cuales estos derechos no son tan aceptables ni indiscutibles : grupos de poder que encierran la concepción del mundo y de la existencia, suplantando argumentaciones por creencias. Un pensamiento así amurallado, - tantas veces encubierto en el discurso del bien -, tenderá hacia la destrucción de todo aquello que no responda estrictamente a su concepción de verdad. Una verdad acabada , completa en si misma, que no requiere ningún cambio. Curso del pensar que exige lealtad en pensamiento, palabra y obra.
Yace ahí la fuerza de lo antidemocrático y discriminativo. Encuentra allí un nido la falta de reconocimiento a los derechos de la mujer.
Consavig es pensamiento abierto, dinámico, libertad de ideas, debate y escucha . Consavig es equidad y producción para la innegociable defensa de los derechos de todas y cada una de las mujeres.
*Medica Psiquiatra, Doctorada en Medicina. Lic. Psicologia. Consejo Federal CONSAVG.
